Los cuencos tibetanos son más que instrumentos: son una herramienta ancestral para equilibrar cuerpo, mente y espíritu. Su vibración resuena profundamente, ayudando a liberar tensiones y a alcanzar un estado de calma interior.
Cada cuenco está seleccionado por su calidad sonora y su belleza artesanal, convirtiéndose en una pieza tanto espiritual como decorativa.