Los espejos de obsidiana y las bolas de cristal son instrumentos ancestrales usados para mirar más allá de la superficie. No buscan mostrar el futuro, sino revelar lo que se oculta en el interior: pensamientos, emociones y memorias que esperan ser comprendidas.
Los espejos de obsidiana, tallados a partir de esta piedra volcánica de gran poder protector y revelador, se utilizan en prácticas de introspección, sanación y canalización. La obsidiana refleja sin distorsión; por eso se le asocia con la verdad interior y la limpieza profunda del subconsciente.
Las bolas de cristal, por su parte, invitan a la concentración, la calma mental y la contemplación simbólica. Ambas herramientas son portales hacia la claridad, el silencio y la expansión de la percepción.